De corrupción, burocracia y economía

3 de agosto de 2020

TEMAS: Valor razonable

La corrupción y el exceso de burocracia han sido un freno en seco al desarrollo económico de Panamá desde antes, pero más aún durante la pandemia. Ambos restringen el dinero que debería estar fluyendo y pudiera estar impulsando la economía.

Con el estado de emergencia nacional, el Gobierno tiene poderes especiales para manejar de manera expedita la crisis sanitaria y económica al igual que muchos otros países. Pero al comenzar a darse escándalos de corrupción como el del hospital modular, el contrato de la Caja de Seguro Social (CSS), los ventiladores y otros, el Gobierno se desgastó tratando de defenderlos y perdió credibilidad; credibilidad necesaria para ejecutar y poner a circular dinero a la economía rápidamente.
Ahora para tratar de dar mayor transparencia a las contrataciones, los proveedores deben pasar por casi los mismos procesos burocráticos que antes del estado de emergencia, reduciendo la agilidad necesaria para maniobrar.

Aun con la mejor voluntad del gobierno para pagar, los proveedores tienen que pasar por tantos pasos que a la fecha muchos de los que están prestando el servicio desde el primer día de pandemia no han cobrado. Deben llevar tantas aprobaciones en distintos departamentos que la misma Contraloría General de la República tuvo que enviar el mensaje a las entidades del Gobierno de que agilizaran los procesos de pago.

El exceso de burocracia es un freno para la economía similar a la corrupción; así el dinero no fluye. ¿Como puede ser que después de cuatro meses de pandemia, los hoteles donde se hospedan los pacientes con la Covid-19 y otros proveedores no han recibido ni el primer pago? Este dinero probablemente sería usado para pagar empleados, servicios públicos, más proveedores y otros.

Los empleados y empresas que a su vez recibieran su pago probablemente lo usarían para consumir alimentos, gastar en supermercados, pagos de facturas y así va fluyendo el dinero en el sistema. Todo el mundo se pregunta a dónde fue a parar el dinero que se ha pedido prestado ante las distintas entidades internacionales para la crisis.

Lo más probable es que entre la burocracia y la corrupción, en vez de ser puesto a circular rápidamente y a estimular la economía, gran parte tuvo que ser destinado para compensar los menores ingresos que han tenido.

La corrupción genera desconfianza. La desconfianza lleva a exceso de controles y burocracia. El exceso de burocracia da pie para más corrupción. Si se reduce la burocracia y ataca la corrupción, el gobierno recupera credibilidad para poder impulsar el desarrollo económico del país de manera ágil y rápida.
Como dijo Rex Tillerson, expresidente de la multinacional Exxon Mobil, “nunca he visto que la burocracia produzca un barril de petróleo”.

Editor: Álvaro Naranjo