Inflación

15 de junio de 2021

TEMAS: Valor Razonableeconomíainflación

El tema de “moda” en los mercados financieros es la inflación. Casi siempre los inversionistas están nerviosos por algo; de momento es la posibilidad de un incremento sostenido en el precio de bienes y servicios.

Este miedo se debe en parte a que los Gobiernos, sobre todo en países desarrollados, han tratado de ayudar a sus economías afectadas por la Pandemia. La cura ha sido ofrecer pagos extraordinarios, ayuda a los desempleados, compra de activos financieros, entre otras.

Esto ha sido financiado principalmente imprimiendo moneda. Por ejemplo, el balance de la Reserva Federal ha pasado de $4 trillones antes de la crisis a cerca de $8 trillones. El público en general piensa que esto puede tener efectos secundarios, como un episodio inflacionario.

Es algo que hace sentido a primera vista, sin embargo, es difícil predecir temas macroeconómicos. Por ejemplo, por 30 años Japón ha estado tratando de estimular su economía y causar algo de inflación, y no han podido. Es decir, aunque un episodio inflacionario puede ser algo a esperar, no es seguro que ocurra.
Si bien es difícil predecir en qué acabará este experimento de déficits, endeudamiento soberano e impresión de dinero, es natural que los inversionistas estén preocupados. La crisis actual es profunda, y los Gobiernos han actuado de forma agresiva, para intentar revivir sus economías.

Algo que hace la situación actual más compleja para los inversionistas, es que, si bien el miedo a la inflación está presente, al mismo tiempo activos de renta fija rinden cerca de nada. El Tesoro de Estados Unidos a 10 años rinde 1.5% y bonos corporativos con grado de inversión cerca de 2%. Existe una alta probabilidad que el retorno real de estos bonos termine siendo negativo. En este caso el inversionista, en el plazo de su inversión, estaría perdiendo poder adquisitivo.
Una posible alternativa a la renta fija, aunque no es perfecta y tampoco libre de los efectos inflacionarios, son las acciones comunes.

Esto ya que las utilidades de los negocios no son fijas. Algunos negocios pueden pasar la subida en los precios de bienes y servicios, manteniendo el valor real de las utilidades.

Idealmente, el negocio 1) ofrece productos por los que pueda incrementar los precios sin una caída importante en la demanda y 2) no requiere mayor inversión de capital para mantener y crecer las operaciones. Estas son dos valiosas cualidades para cualquier negocio y pocos cuentan con ambas.
Para el inversionista que le preocupa la inflación y no encuentra soluciones en el mercado de renta fija, las acciones comunes de negocios de alta calidad pueden ser una opción para considerar.

Fernando Lewis