Manteniendo el curso

3 de agosto de 2022

TEMA: VALOR RAZONABLE

AUTOR: ROBERTO GONZALEZ MILA DE LA ROCA

La semana pasada, la Reserva Federal de los Estados Unidos volvió a subir su tasa de referencia, la Fed Funds Rate. El aumento de 75 puntos básicos, que lleva la referencia a 2.50%, no constituyó sorpresa alguna, ya que era esperado de forma prácticamente unánime, y lo que se discutía por una minoría informada era si el alto mando del banco central estadounidense se atrevería a subir el punto completo, cosa que no sucedió.

Ya con esta subida, la tasa ha aumentado un orden de magnitud desde marzo de este año, cuando estaba en 0.25%.

La Reserva Federal reafirma así su compromiso anti-inflacionario, el cual constituye su mayor preocupación. Es natural que así sea. Con pleno empleo en Estados Unidos y con un sistema financiero bien capitalizado y robusto, el banco central tiene amplia latitud y capital institucional para enfocarse en su tarea pendiente que, cuando a lo fundamental vamos, es su principal misión: controlar la inflación, o lo que es lo mismo, darle forma y apoyo a un ecosistema de precios estable, conducente al crecimiento económico y a la paz social.

Es una tarea compleja y delicada. Las últimas lecturas nos dan una inflación anualizada sobre el 9% en Estados Unidos, el nivel más alto desde el inicio de la década de los ochenta.

Para darnos una idea del camino que falta por recorrer, el objetivo de la Reserva Federal es tener una inflación en o promediada en 2%. Llegar ahí podría tomar varios trimestres, que se contabilizan en años, y es tan poco inmediato el escenario que discutirlo no reviste relevancia inmediata.

El tema fundamental ahora es qué costo el ente monetario está dispuesto a pagar para controlar el nivel de precios, y las consecuencias de esto, ya que controlar la inflación se paga en términos de crecimiento económico. Hay que enfriar la economía.

Probablemente ya el pago se está haciendo. Esta misma semana tuvimos noticia de un segundo trimestre consecutivo de contracción económica en los Estados Unidos, lo que más allá de sanciones técnicas oficiales y de los más inmediatos sofismas poco inteligentes de la Casa Blanca, significa que la principal economía del mundo está ya en una recesión.

Las decisivas y contundentes decisiones del chairman Jerome Powell probablemente ya están teniendo un impacto en la dirección correcta. La historia lo juzgará eventualmente por el grado y por el momento de éstas.

El autor es economista.